Ese sentimiento de soledad, ese frió que empieza en tus rodillas y sube hasta tu pecho y aunque te abrigues todavía tiemblas, ese sentimiento de vacío y desesperanza… Esa soy yo hoy!

Tan depresivo y sin sentido, esa seré yo mañana? Por qué hago esto? Por q lo haces tu? Muy en el fondo una voz grita “culpa”, y otra susurra a mis oídos “ya has pagado suficiente tu deuda esta saldada”

Desearía que las palabras en mis labios fluyeran tan fácil como en el papel… como he llegado a ser tan cobarde? Que estoy haciendo? Que estás haciendo?

No debería doler así... Es necesario que sea así, todos los días, tal vez el coraje llegue con las lágrimas y el dolor sea la llave para salir dela zona de confort, dejar de tener miedo por lo que pasara… no se qué hacer... Q debo hacer?

Es inútil... Ya te diste por vencida, ya no quieres sentir, lo sabes, palabras vacías… te despertaras mañana con el único remordimiento de haber llorado demasiado, tus ojos son un desastre, es lo que preocupa, te miras al espejo y piensas – si he llegado hasta aquí puedes continuar, te das una palmada de falsas esperanzas e ilusiones, practicas sonreír y al darte la vuelta empieza la parodia de ser feliz ... Hasta que otra vez sientes ese frio recorrer tus piernas y piensas “No otra vez”

No hay lagrimas esta noche, ya no hay planes, como arreglare esto? Como hacerlo mejor?, preguntas que ya no hago, puedo sentir la arena moviéndose bajo mis pies, apretando, succionando, me hundo, no me muevo, puedo? Tal vez no quiero, sin reaccionar solo miro a la distancia y espero.